De manera general, puede decirse que nos encontramos inmersos en la “ultramodernidad” y, socio-económicamente, en la que se denominaría tercera fase del capitalismo, el capitalismo financiero, que debutaría poco después de la crisis del petróleo (en 1973) y se aceleraría desde el inicio del siglo XXI. Esto es más evidente en países con mayor PIB y, si bien hay diferencias en cada entorno de acuerdo con otras variables socio-culturales, bien es verdad que se detectan unas tendencias generales propias del proceso de globalización.