En el año 2003, Valerie Sutherland y Cary L. Cooper publicaron en su libro “De-stressing doctors” un conjunto de recomendaciones para reducir el malestar emocional que pueden sufrir los médicos como consecuencia de las características de su trabajo (incluyendo no sólo la tarea sino el contexto en el que ésta se desarrolla) y también el desequilibrio que puede darse entre la vida fuera y dentro del mismo. El paso previo al cambio exige un auto-análisis previo de qué puede contribuir al malestar emocional que permita después aplicar estrategias específicas para abordarlo. Estos consejos pueden aplicarse no sólo a médicos sino al resto de profesionales de la salud y no sólo a estos.
Los 12 pasos para superar el malestar emocional
Nos hemos inspirado en su modelo de 12 pasos y hemos añadido algunas recomendaciones que pueden ayudarle a superar el malestar emocional:
- Haga un registro o escriba un diario durante unas semanas en el que señale cómo discurre su día a día y qué cree puede contribuir a aumentar su malestar emocional.
- Analice cómo se toma los imprevistos. Es decir, cómo se adapta a los cambios y frustraciones. Puesto que es inherente a la vida, es importante aprender a tolerar la incertidumbre.
- Revise su diario valorando si puede delegar trabajo y si puede replantearse la distribución de tareas diarias.
- Procure evitar el modo de acción “acelerado”. Recuérdese a sí mismo, siempre que pueda, el dicho “vísteme despacio que tengo prisa”. Para ello, es clave que aprenda a ver qué es prioritario. Lo que no lo sea, puede esperar.
- Márquese objetivos que sean realistas y asumibles. Puede resultarle útil ponerse plazos y traducir los propósitos en acciones concretas.
- Haga un plan semanal en el que incorpore dichas acciones concretas que se plantea poner en marcho dentro de un horario. Puede ponerlo en un lugar visible en su domicilio o en su despacho para ver si va cumpliendo las acciones que se propone. No se ponga muchas tareas al principio ni muy complejas. Sea benévolo y realista consigo mismo.
- Busque la interacción con personas que le hagan sentir bien. Puede hacerlo tanto dentro como fuera de su trabajo.
- Si no practica deporte de forma regular, evite el sedentarismo saliendo a dar un paseo o haciendo ejercicio aeróbico si puede al menos 3 veces por semana durante 30 minutos. Cuide también su alimentación y no hurte horas al sueño.
- Ponga en práctica alguna técnica de relajación a diario (entrénese en alguna que sea sencilla, lo que puede conseguir con recursos gratuitos online). Puede incluso incorporar alguna técnica de meditación formal (o contemplación) como las que se proponen desde el Mindfulness. Incorpore estas prácticas siempre que pueda a diario. Le será más fácil empezar poco a poco, dedicando, si puede sólo unos minutos al día e incrementando el tiempo a medida que el hábito se vaya consolidando.
- Registre el tiempo que pasa “conectado” a dispositivos móviles (teléfono, tablet y ordenador) y propóngase incluir tiempos libres de conexión tanto a diario como semanalmente. Es importante que evite la conexión en las horas previas a dormir.
- Valore tomarse descansos periódicos si puede a lo largo del día y de la semana. No espere a las vacaciones para desconectar. Elija un momento a diario en que, siquiera por un rato, pueda dedicar un tiempo a lo que le gusta o a no hacer nada.
Aunque las respuestas individuales están condicionadas tanto por la organización del trabajo como por el “espíritu del tiempo” que conduce a la denominada “sociedad del agotamiento”, pequeños cambios en nuestro día a día pueden ayudarnos a vivir mejor.
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