Hoy entrevistamos a Francisca García Guerrero, psicóloga, especialista en clínica y salud, consultora y entrenadora de la técnica “Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares” (EMDR), en la que lleva trabajando más de 22 años. Fue precisamente ella quien, tras su experiencia en la psicoterapia en situaciones de emergencia, introdujo en España el EMDR en 1998. Tiene el grado de EMDR Senior por la asociación EMDR Europe y por el EMDR Institute (EE. UU.). En la actualidad, preside la Asociación Española de EMDR, es directora adjunta y profesora del máster de la UNED de Psicoterapia en EMDR y directora del Instituto Español de EMDR, así como de un centro de psicoterapia EMDR en Madrid. Trabaja en la práctica privada y ha impulsado numerosas investigaciones y trabajos sobre esta terapia en nuestro país.
A raíz de la pandemia por CoV-2, muchos profesionales de la salud se han visto enfrentados a situaciones traumáticas. ¿Cómo cree que pueden reaccionar ante ellas?
Cada persona responderá de manera diferente, si bien es cierto que las situaciones que viven quienes trabajan en primera línea tienen un alto potencial traumático. Están trabajando expuestos ellos mismos al peligro de contagio, con el temor de contagiar a otros, con una gran incertidumbre y en medio de mucha presión. Tienen que tomar decisiones muy difíciles, son testigos de mucho sufrimiento. Podemos ser personas fuertes, pero lo cierto es que son muchos estresores juntos, por lo que lo normal es que se presenten síntomas de estrés agudo. Tal vez les vengan imágenes de lo que han visto en el trabajo, les cueste dormir o descansar porque están muy activados, o se noten agotados o aturdidos a menudo.
¿Cuándo consideraría que hay que solicitar ayuda especializada?
Aunque todo lo anterior es una reacción normal ante una situación que se sale por completo de lo ordinario, si los síntomas de elevada activación, las imágenes o los pensamientos repetitivos o los momentos de venirse abajo provocan una interferencia notable en el sujeto, hay que pedir ayuda. Somos conscientes de que, en estos momentos, están en modo “resolución”, muchos de manera automática, y creen que no pueden permitirse “aflojar”. Sin embargo, hay cosas que pueden ayudar a bajar el nivel de activación y a desbloquear un poco la mente y el cuerpo en estas situaciones de alto estrés. No hace falta llegar a estar mal para pedir ayuda. De hecho, sería mejor pedirla antes de llegar al límite.
¿Qué significa EMDR? ¿Cuál es su fundamento científico?
EMDR (del inglés “Eye Movement Desensibilization and Reprocessing”) es una terapia orientada al trauma, respaldada por la evidencia científica y que está recogida, en la mayor parte de las guías clínicas, como uno de los tratamientos de elección para el trastorno por estrés postraumático. Y cada vez hay más estudios que avalan su eficacia en el tratamiento de otros trastornos mentales. Cada psicoterapia trabaja de un modo distinto y, en el caso de EMDR, se integran no sólo los pensamientos que tenemos sobre lo que nos pasa sino también su correlato emocional y somático. Uno de los elementos que se emplea es la estimulación bilateral alternante del cerebro, a través de movimientos oculares o “tapping”. Este tipo de estimulación baja la intensidad emocional, tanto en humanos como en animales, asociada a determinadas experiencias. El cerebro, cuando algo sobrepasa nuestra capacidad para procesarlo, puede bloquearse. Al acceder a esos recuerdos usando este tipo de estimulación bilateral, se desbloquean y se pueden procesar de otra manera.
¿En qué trastornos está indicado usar EMDR?
La indicación para la que hay mayor evidencia científica es el trastorno por estrés postraumático (TEPT), pero se ha ido aplicando en numerosos trastornos que resultan de la vivencia de experiencias adversas. En concreto, hay varios trabajos, a nivel internacional, que avalan los beneficios de la intervención en situaciones de trauma agudo, como las que vivimos ahora. Nuestros colegas italianos han estado haciendo este tipo de intervenciones durante la pandemia por coronavirus y valoran sus efectos muy positivamente.
Una de las ventajas de EMDR en las circunstancias actuales es que se trata de una intervención breve, que no consiste ni en hablar de lo que ocurre, ni tampoco propone pautas para “llevarlo mejor”. En personas que están en situaciones de estrés agudo, poder bajar el nivel de activación, desbloquear de modo directo un sistema nervioso sometido a un estrés continuado, puede ser de gran ayuda para gestionar emocionalmente esta etapa.
¿Puede usarse tanto en formato individual y grupal?
Sí. De hecho, la intervención en situaciones de crisis como la actual tiende a hacerse en formato grupal, de manera que pueda llegar a más personas.
¿En qué casos estaría contraindicada la intervención EMDR?
La intervención EMDR no es una, sino muchos procedimientos distintos, aunque todos ellos siguen un mismo modelo. Un terapeuta EMDR bien formado sabe adaptar los procedimientos a las personas que tiene delante. Por ejemplo, una persona con antecedentes de trauma complejo necesita un trabajo de preparación previo.
La intervención concreta que se plantea para el estrés agudo es una intervención limitada, que no entra en un reprocesamiento prolongado. Busca, únicamente, desbloquear el sistema nervioso y permitir al cuerpo bajar el nivel de activación, reforzando, al mismo tiempo, los recursos emocionales del sujeto. Este tipo de intervención puede aplicarse de modo directo con mayor seguridad. En cualquier caso, los casos deben valorarse antes y, si algún paciente precisa un trabajo más específico al terminar la sesión de grupo, se aborda.
Dado que la mayoría de las personas no puede ser atendida ahora presencialmente, ¿es factible la intervención a través de videoconferencia?
Esta situación nos ha hecho a todos adquirir experiencia en el trabajo online, y lo cierto es que está funcionando bastante bien. Los recursos técnicos de los que disponemos hoy en día, como la videoconferencia, nos permiten organizar sesiones a distancia con personas ubicadas en lugares diferentes.
A nivel preventivo, ¿podría recomendar algún ejercicio, inspirado en EMDR, que permita ayudar a la gestión corporal de la emoción? ¿Hay algún recurso en la web que ofrezca herramientas en este sentido?
No aconsejamos a personas que no han hecho nunca un tratamiento con EMDR que hagan ejercicios de este tipo por su cuenta. Es cierto que se pueden encontrar ejercicios online a disposición del público en general, pero creemos que esto puede ser contraproducente. La estimulación bilateral (movimientos oculares o “tapping”) puede parecer algo muy sencillo, pero hay muchos elementos que el terapeuta debe tener en cuenta y cuidar durante su aplicación.
Una vez que la persona haya hecho algunas sesiones y el terapeuta haya valorado cómo le funciona, sí se pueden programar ejercicios. Pero hacerlos de entrada, sin esta primera experiencia con un terapeuta, no es recomendable.
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