Hoy entrevistamos al doctor Javier García-Campayo, quien trabaja como médico psiquiatra en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza. Doctor en Psiquiatría, es profesor titular en la Universidad de Medicina de Zaragoza. Dirige el Máster de Mindfulness de la Universidad de Zaragoza y ha desarrollado un modelo de intervención específico denominado “Terapia de la compasión basada en los modelos de apego”. Entre sus libros, destacan “Mindfulness. Nuevo Manual Práctico”, “La ciencia de la compasión. Más allá del Mindfulness”, “La práctica de la compasión. Amabilidad con los demás y con uno mismo” o “Mindfulness para todos”.
¿Qué es el Mindfulness?
El Mindfulness es un estado de la mente consistente en estar atento al momento presente con aceptación, lo que se asocia a un gran bienestar físico y psicológico. También define las técnicas que permiten alcanzar este estado.
¿Qué relación hay entre compasión y Mindfulness?
Son dos prácticas muy relacionadas. La compasión define la capacidad de ser consciente del sufrimiento de los demás y de uno mismo, y el compromiso, en la medida que podamos, de disminuir ambos sufrimientos. La compasión es muy útil para modificar nuestro discurso mental hipercrítico y autoexigente por otro más compasivo.
¿Qué se sabe sobre los beneficios de la práctica del Mindfulness, así como de la compasión, en profesionales de la salud?
El Mindfulness aumenta el bienestar psicológico y la satisfacción con el trabajo, disminuye el estrés laboral y aumenta la satisfacción de los pacientes. La compasión previene el quemado profesional, porque permite ser empático sin cargar con el sufrimiento de nuestros pacientes. La combinación de ambas técnicas es ideal para profesionales de la salud.
En una situación de activación excepcional e intensa del sistema de supervivencia, como la actual, podríamos hablar de distintos perfiles de profesionales que trabajan en recursos asistenciales en función de su exposición al virus SARS-CoV-2. ¿Qué ejercicios prácticos específicos de Mindfulness, formal e informal, recomendaría para cada uno de ellos?
No creo que haya unos ejercicios que sean más específicos que otros en estas circunstancias o para ciertas personas. El sufrimiento humano es continuo y se muestra de muy diferentes formas. Estamos viviendo una pandemia como podríamos estar viviendo una guerra, una hambruna o atentados terroristas continuos. Como prácticas concretas de mindfulness formal recomiendo la atención en la respiración (contar respiraciones) y el “escáner corporal” breve. Como mindfulness informal, la práctica de los tres pasos y el mindfulness caminando. Y en cuanto a los ejercicios de compasión, el afrontamiento compasivo. Aquí tenéis links de prácticas de compasión y de mindfulness entre las que se encuentran las que acabo de recomendar.
¿Qué significa el concepto de “impermanencia”? ¿Cómo puede ayudar a los profesionales en la primera línea de atención en estos momentos?
La “impermanencia” es hacernos conscientes de que todo está sometido a cambio: los sucesos externos (como esta pandemia o cualquier otro fenómeno) y los internos (nuestros pensamientos y emociones, sean positivos o negativos). Generalmente, nos centramos en el aspecto negativo de la “impermanencia”: saber que aquello que nos gusta y estamos disfrutando desaparecerá. Pero el aspecto positivo es que cuando ocurren situaciones negativas, como las que estamos viviendo ahora, sabemos que también pasarán. Por tanto, no hace falta quedarse atrapado por el miedo o la preocupación, sino hacer aquello que es adecuado para disminuir nuestro sufrimiento y el de los demás y reconectar con nuestro sentido de la vida. Como dice el refrán español: “No hay bien ni mal que cien años dure”. Comprender la “impermanencia” te permite pasar por el mundo sin apego.
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