En las actuales circunstancias de inusitada y excepcional exigencia, los profesionales de la salud* podemos sentirnos desbordados por la hiperactivación de nuestro sistema de supervivencia o agotados por la falta de descanso y la sobreexposición a situaciones muy difíciles desde el punto de vista personal, asistencial y ético.
Pese a la proliferación de recursos de ayuda psicológica en estas circunstancias, la fácil accesibilidad a psicofármacos que puedan paliar el insomnio, la ansiedad o el agotamiento puede ser una alternativa rápida que muchos contemplen en estos momentos. En situaciones de menor excepcionalidad, sabemos que éste es un riesgo potencial al que están expuestos los profesionales de la salud pues, a la reticencia a pedir ayuda cuando hay sufrimiento psíquico, se añade la posibilidad de autoprescribirse para sortear el malestar. La combinación de estos factores no hace sino empeorar la resolución del problema de fondo. De hecho, la automedicación puede acabar desembocando en una dependencia, siendo entonces las dificultades en pedir ayudar incluso mayores.
Tampoco es infrecuente que, en situaciones de zozobra emocional, los profesionales de la salud, en especial los médicos, pidan ayuda especializada de manera informal (consulta de pasillo) o refiriéndose a sí mismos como un tercero (alguien que presenta una demanda similar a la propia).
Puede que la premura por obtener una respuesta inmediata y sin tener que recurrir a terceros, se acentúe estos días. Confluyen no sólo la percepción de no tener ni siquiera tiempo de poder poner en marcha estrategias que nos ayuden a calmarnos sino la autoexigencia implícita al imperativo moral de atender a pacientes cuyas vidas están en peligro.
Tras años de experiencia en el tratamiento de trastornos mentales y adictivos en los profesionales de la salud, creemos crucial advertir de los riesgos de automedicarse en estas circunstancias.
A este respecto, recomendamos:
- Puede sentirse hiperactivado, desconcertado, rabioso o agotado. Estos son algunos patrones de respuesta normal a una situación de alto desgaste en todos los ámbitos personales (físico, mental y espiritual).
- Intente recuperar el equilibrio poniendo en práctica las recomendaciones que, en un post previo, animábamos a seguir de acuerdo con la regla mnemotécnica CUÍDATE .
- Si observa que estas estrategias no son eficaces y que no puede seguir adelante, pida asesoramiento especializado.
- Procure que la consulta con el profesional al que recurra no se produzca de manera informal sino que pueda llevarse a cabo sin prisas, con el suficiente tiempo y las condiciones de privacidad que le permitan expresarse con libertad.
- Evite la autoadministración de psicofármacos para paliar el malestar.
- Recuerde que la prescripción de psicofármacos debe realizarse siempre tras una evaluación adecuada y que debe ser controlada por un terapeuta.
Cuídese para poder cuidar a otros. Y si no puede seguir adelante, no dude en pedir ayuda.
*Se emplean los términos “profesionales de la salud” o “médicos” en genérico.
Leave a Comment