La Clínica Galatea apuesta firmemente por la terapia grupal en el abordaje integral al profesional de la salud enfermo. De hecho, en sus tres líneas asistenciales (consultas externas, hospital de día y unidad de ingreso) hay más de 20 intervenciones grupales semanales. Albert Díaz Martínez, máster en terapia grupal por la Universidad de Deusto y psicólogo que trabaja en nuestro centro, nos acercará, en los próximos posts, a los aspectos más sobresalientes de este tipo de intervención psicoterapéutica.
Orígenes de la terapia de grupo
La terapia de grupo arranca en la Boston de principios del siglo XX, pero no debemos su aparición a ningún psicólogo, sino a un médico internista llamado Joseph Pratt. Consciente de que la mayoría de sus pacientes afectados de tuberculosis,personas pobres y en su mayoría indigentes, no podían permitirse un tratamiento privado individualizado, empezó a barajarposibles soluciones y acabó por poner en marcha unas reuniones grupales semanales, a las que acudían entre veinte y treinta pacientes, y en las que el propio Pratt impartía una suerte de conferencias centradas en el conocimiento de la patología, el manejo de sus síntomas, dando consejos médicos y resolviendo las dudas que los pacientes pudieran presentar.Nace así el que sería el antecedente más cercano a la terapia de grupo.
Años más tarde, en laLondresasediada de la Segunda Guerra Mundial, el aumento exponencial de pacientes psiquiátricos y la escasez de personal cualificado para ofrecer tratamiento psicológico acabaron por promover el abordaje grupal como prácticamente el único posible, lo que acabó convirtiendo este tipo de tratamiento en la modalidad preponderante en el modelo asistencial inglés durante la guerra y la posguerra, especialmente en el caso de las neurosis de guerra (antecedente del estrés postraumático) por parte de los soldados, pero también en la población general. Paulatinamente, se comenzó a extender su ámbito de aplicación clínica al tiempo que se incrementaba el interés de los terapeutas y la investigación en diversos aspectos teóricos y prácticos relacionados con este tipo de abordaje específico.
Estos datos históricos sirven para subrayar una de las principales bondades del abordaje grupal en psicoterapia: la utilización eficiente de los recursos sin perder efectividad clínica. En momentos de carestía de recursos y exceso de demanda asistencial, esdonde se da el escenario ideal para la aparición de un modelo como la terapia de grupo, que permite atender a un elevado número de pacientes, utilizando de manera eficiente los recursos, tanto personales como de tiempo y espacio, sin perder efectividad clínica.

Los factores terapéuticos de la terapia de grupo
Las ventajas de la terapia grupal van mucho más allá de los criterios económicos o de gestión.Fue Irving D. Yalom quien señaló qué mecanismos terapéuticos intervienen en este tipo de intervención, entre los que destacó los siguientes:
- Infundir esperanza. Pese a que este factor es común con los abordajes individuales, es en el escenario grupal donde alcanza un papel excepcional. La mejoría de parte de los pacientes del grupo, infunde esperanza a aquellos que aún no están experimentando una mejoría significativa.
- Universalidad. La sensación de aislamiento, extrañeza y desdicha que experimentan las personas cuando sufren dolencias se minimiza en el escenario grupal, dada la sensación de alivio que supone el ver que el sufrimiento es compartido con los demás, lo que les conecta con que sus problemas son universales.
- Transmitir información.Los consejos que puede aportar el terapeuta se unen a la información que, desde la propia vivencia, aportan los otros componentes del grupo en lo referente al manejo de síntomas o sobre sus estrategias de afrontamiento de problemas.
- Altruismo.Los pacientes, al compartir un espacio grupal, sintonizan mucho mejor con la problemática de los demás, lo que suele derivar en una mayor resonancia empática, fomentando la colaboración mutua. Esto permite que los pacientes no sólo se vean como personas necesitadas de ayuda, sino también como personas que pueden prestarla, lo que deriva en una mejoría del autoconcepto, potenciando las fortalezas y aspectos sanos de los participantes.
- Desarrollo de técnicas de socialización. El feedback múltiple que se recibe en los grupos, la participación y la interpelación mutua repercuten positivamente en una suerte de entrenamiento en aspectos de la socialización que en ocasiones pueden ser parte de la problemática de algunos pacientes.
- Comportamiento imitativo.El aprendizaje vicario, que parte de la observación e imitación de las conductas y estrategias de los demás,es también un elemento terapéutico de primer orden en las terapias de grupo.
- Catarsis. La vivencia de permitirse expresar emociones muy intensas y profundas en el espacio grupal y sentirse aceptados por los demás miembros del grupo suele ayudar a desmontar creencias de aspectos inaceptables de uno mismo, que normalmente llevan a la persona al aislamiento y la autodevaluación.
- Recapitulación correctiva del grupo familiar primario. A menudo las dificultades de relación interpersonal de las personas guardan relación con roles asumidos en dinámicas familiares que han resultado dolorosas para los pacientes. Poder participar de un grupo en el que pueden mostrarse como son y, con todo, cambiar su propio rol suele ayudar como experiencia emocional sanadora.
- Factores existenciales. La fiabilidad del espacio hace que el grupo se convierta en un lugar seguro donde compartir aspectos como el aislamiento, la muerte, la libertad o la falta de sentido de la existencia. Estos temas suelen aparecer especialmente en aquellos grupos que profundizan en el malestar psíquico.
- Cohesión del grupo. La aceptación mutua, la fiabilidad del espacio y la formación de relaciones interpersonales significativas en el grupo fomentan la cohesión, elemento clave e imprescindible en la terapia.
- Aprendizaje interpersonal. La terapia de grupo permite que afloren relaciones interpersonales en un entorno seguro y fiable, lo que promueve el aprendizaje en este ámbito. El grupo se convierte, así, en un microcosmos en el que las personas pueden tener experiencias emocionales de crecimiento personal.
En próximos posts, analizaremos otros aspectos relacionados con este tipo de intervención y los beneficios que comporta, en concreto, en el abordaje a los profesionales de la salud con trastornos mentales.
Leave a Comment